Muchas personas utilizan un proceso desconectado de dos pasos para determinar sus necesidades de iluminación al organizar la iluminación de una habitación. La primera fase suele ser determinar cuánta luz se necesita; por ejemplo, "¿cuántos lúmenes necesito?" dependiendo de las actividades que se desarrollen en el espacio así como de las preferencias individuales. La segunda fase suele referirse a la calidad de la luz después de estimar los requisitos de brillo: “¿Qué temperatura de color debo elegir? “, “¿Necesito untira de luz de alto CRI? ", etc.
Las investigaciones revelan que existe una relación muy significativa entre el brillo y la temperatura del color cuando se trata de condiciones de iluminación que nos parecen atractivas o cómodas, a pesar de que muchas personas abordan las cuestiones de cantidad y calidad de forma independiente.
¿Cuál es exactamente la relación y cómo puede estar seguro de que su configuración de iluminación ofrece no sólo los mejores niveles de brillo sino también los niveles de brillo adecuados dada una temperatura de color particular? ¡Descúbrelo leyendo!
La iluminación, expresada en lux, indica la cantidad de luz que incide sobre una superficie concreta. Dado que la cantidad de luz que se refleja en los objetos determina si los niveles de iluminación son suficientes o no para tareas como leer, cocinar o hacer arte, el valor de iluminancia es lo que más importa cuando usamos el término "brillo".
Recuerde que la iluminancia no es lo mismo que las mediciones de salida de luz comúnmente utilizadas, como la salida de lúmenes (p. ej., 800 lúmenes) o el equivalente en vatios incandescentes (p. ej., 60 vatios). La iluminancia se mide en una ubicación específica, como la parte superior de una mesa, y puede variar dependiendo de factores como la posición de la fuente de luz y la distancia desde el sitio de medición. La medición de la emisión de lúmenes, por otro lado, es específica de la propia bombilla. Para determinar si el brillo de una luz es adecuado, necesitamos saber más sobre el área, como las dimensiones de la habitación, además de su salida de lúmenes.
La temperatura de color, expresada en grados Kelvin (K), nos informa del color aparente de la fuente de luz. El consenso popular es que es “más cálido” para valores cercanos a 2700 K, que replican el brillo suave y cálido de la iluminación incandescente, y “más frío” para valores superiores a 4000 K, que reflejan los tonos de color más nítidos de la luz natural.
La luminosidad y la temperatura del color son dos cualidades diferentes que, desde el punto de vista de la iluminación técnica, caracterizan individualmente la cantidad y la calidad. A diferencia de las lámparas incandescentes, los criterios de luminosidad y temperatura de color de las bombillas LED son totalmente independientes entre sí. Por ejemplo, ofrecemos una serie de bombillas LED A19 en nuestra línea CENTRIC HOMETM que producen 800 lúmenes a 2700K y 3000K, así como un producto muy comparable en nuestra línea CENTRIC DAYLIGHTTM que produce los mismos 800 lúmenes a temperaturas de color de 4000K, 5000K. y 6500K. En esta ilustración, ambas familias de bombillas ofrecen el mismo brillo pero distintas posibilidades de temperatura de color, por lo que es importante distinguir entre las dos especificaciones.Contáctenosy podemos compartir más información sobre la tira de LED con usted.
Hora de publicación: 19 de octubre de 2022